“Por muy poderosa o perturbadora que parezca una cosa es nuestra reacción frente a ella la que determina sus efectos, por eso al distinguir lo que percibe de lo percibido, lo que ve y lo que es visto, podemos colocar el objeto en perspectiva y determinar su efecto e influencia en nosotros”
Tomado de los Yoga sutras de Patanjali.
¿Cómo puede beneficiar la práctica de Satyam yoga a las personas que padecen estrés, ansiedad o problemas psicológicos leves?
La práctica de Satyam yoga traza un camino evolutivo basado en el autoconocimiento, la indagación constante, y para ello utiliza técnicas y medios que nos capacitan para llevar a nuestra experiencia diaria todos los beneficios de su práctica. Aprendemos a situarnos y a actuar desde nuestro Ser y no desde el ego, esa parte de nuestra conciencia que se identifica, se condiciona y nos limita, y que seguramente es la principal responsable de todos nuestros desequilibrios mentales y emocionales. El yoga y su práctica busca alcanzar estados de conciencia superiores y eso no es más que alcanzar un estado de percepción de la realidad con el menor número de errores posible. Trabajamos la constitución humana de una forma integral yendo de lo inferior a lo superior, de lo denso a lo sutil. Una persona afectada de estrés, ansiedad o problemas psicológicos leves puede beneficiarse rápidamente de la práctica de Satyam yoga aún sin llegar a comprender la profundidad del trabajo que este yoga propone.
En yoga, y el Satyam no es una excepción, se le presta especial atención a la respiración y su relación con los estados mentales. Aprender a respirar correctamente y de forma consciente es uno de los principales beneficios que pueden obtenerse de la práctica. En Satyam se recomienda igualar el tiempo de inhalación y exhalación porque esto proporciona un equilibrio mental y energético que nos ayuda a aumentar el tono vital por encima del emocional, que a fin de cuentas es el “caldo de cultivo” del estrés, la ansiedad, etc. Una buena colocación corporal que facilite liberar el diafragma, erguir la columna vertebral y desbloquear los centros de energía de nuestro cuerpo hace que la energía fluya libremente a través de los canales energéticos. Cuando nos hacemos conscientes de nuestra respiración y ampliamos nuestra capacidad respiratoria aumenta nuestro control de las emociones y lo mismo pasa al revés, si nuestra capacidad respiratoria es limitada nuestro control emocional también lo será.
Las series de asanas que propone el Satyam obedecen a un criterio específico a la vez que pueden ser realizadas sin esfuerzos ni tensiones. Se busca la alineación y la sencillez en las posturas buscando siempre la apertura y el estiramiento para que la energía pueda circular desbloqueando el cuerpo físico, lo que provoca una descarga de tensiones físicas y emocionales que proporciona optimismo y serenidad mental, ese es el primer síntoma de que hemos conseguido aumentar nuestro tono vital después de una sesión de yoga. En Satyam comenzamos con las posturas de pie que son las más asequibles para la mayoría de personas y además tienen la ventaja de trabajar los chacras inferiores relacionados con la tierra, la materia, el plano físico, la raíz, la familia, el fundamento de nuestra vida; por otro lado la dualidad, la polaridad, las emociones, el deseo y por último, donde reside nuestro ego, nuestra identidad y donde digerimos todo lo anterior, también donde experimentamos el poder de nuestra propia voluntad transformadora. Trabajando estos chacras los movilizamos y los armonizamos. En caso de estrés y ansiedad creo que este trabajo es importante ya que detrás de estos problemas casi siempre existen problemas de inseguridad personal, etc, y conectar (cuerpo, mente espíritu) con todo lo que tenga que ver con nuestros cimientos y todo lo que ello representa de estabilidad, seguridad, confianza, etc, es muy positivo y reconfortante. Luego la sesión pasará por flexiones hacia delante relacionada con la regulación de los órganos internos, las extensiones hacia atrás y posturas invertidas que traen consigo múltiples beneficios físicos pero en un plano más sutil lo que se busca con el trabajo físico es desarrollar y fortalecer nuestro cuerpo etérico, esa réplica exacta de nuestro sistema nervioso, relacionado con el sistema endocrino y responsable de proporcionarnos energía. Trabajamos el plano físico para tener un etérico fuerte y potenciar el canal vital por encima del emocional. En la práctica de asanas buscamos anular la personalidad y el ego y eso es un descanso, una desconexión de nuestros pensamientos, emociones y “fluctuaciones mentales”, sin duda muy beneficioso en estos casos que nos ocupan.
El trabajo de relajación que hacemos al final de la clase es igualmente importante. A través de relajaciones guiadas se puede acceder al inconsciente y revivir situaciones incómodas, transformarlas y asimilar la experiencia positiva, grabando la experiencia en nuestra mente.
El trabajo físico nos prepara igualmente para la meditación, técnica indispensable en Satyam, y desde donde experimentamos nuestro propio Ser. El trabajo es ir hacia dentro, de lo inferior a lo superior y eso nos dota de un gran conocimiento sobre uno mismo, de la naturaleza de nuestras acciones, de los mecanismos de nuestra mente. Experimentar que no somos eso que pensamos, eso que sentimos, eso que nos dicen que somos; aprender a no identificarse y actuar desde posiciones más elevadas es un recurso de gran valor cuando se está en situaciones de confusión y angustia. Si tomamos distancia de nuestros pensamientos nuestra visión será más integral y nuestra percepción más clara. La meditación tiene muchos beneficios físicos que influyen directamente en nuestro bienestar ya que hay una relajación física que permite actuar sobre nuestro cuerpo vital dejando que fluya la energía. Se equilibra el estado natural del Ser y se armonizan el cuerpo físico, mental y emocional; igualmente repercute en el cerebro, nos carga de emociones positivas y de calma, aumenta nuestra capacidad de concentrarnos y reduce nuestra angustia y el estrés, mejora nuestro sistema inmune, aumenta la serotonina en sangre lo que hace que se inhiba el enfado, las conductas agresivas; se estimula la producción de endorfinas, se regulan los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, etc. La experiencia de no pensamientos y de mantener la observación, la atención, la focalización de los sentidos en un objeto, nos capacita para abrirnos a la experiencia de “el aquí y el ahora” y eso es importante ya que nuestras inseguridades casi siempre nacen de situaciones pasadas o de expectativas futuras, casi nunca estamos donde deberíamos estar que es en el momento presente. Meditar nos da esa experiencia y nos acerca la calma.
El estudio de las obras de los grandes maestros, así como del Bhagavad-Gita, etc, es indispensable en la práctica de Satyam yoga, esto nos acerca a la sabiduría y al conocimiento pero no desde una óptica meramente teórica o intelectual porque lo que buscamos es integrarlo a nuestras vidas. Hacer que todo lo aprendido enriquezca nuestra vida. Llevamos a la práctica todo lo que aprendemos, y una de las enseñanzas más importantes en mi opinión, es una que se repite en El Kybalion y en los Sutras de Patanjali y es esa que dice que:
“Todo lo que percibimos (y eso incluye a nuestra mente, sentidos, etc) está sujeto a modificación y todo puede ser modificado en el sentido elegido”
Tenemos la capacidad de cambiar las vibraciones de nuestros estados mentales a voluntad, podemos neutralizar el dolor y sus consecuencias, podemos aprender a hacerlo. Una persona estresada, ansiosa o debilitada por problemas psicológicos leves puede aprovecharse de todo lo que el yoga puede ofrecerle, aún si se quedara en la parte más superficial del trabajo físico su vida podría mejorar notablemente, en cambio, si se compromete con la práctica en profundidad el salto lo daría su conciencia.
Más información:
Asyris Lappin (Teléfono 696 61 17 11)