Resumen o Conclusiones
Las huellas de la evolución se expresan en la mente, el cerebro y el cuerpo como unidades vibracionales de consciencia. Los deseos, los instintos, la herencia anima, van dejando paso a vibraciones de más alta frecuencia que apuntan hacia un proceso de humanización plena. Potenciar de forma activa el proceso supone el hacernos dueños de la mente y disponerla al servicio de la tecnología de la consciencia que le permita desarrollar.
Dirigir de forma intencional la atención a una parte del cuerpo constituye un tipo de experiencia. En ella sobreponemos la consciencia corporal, el manejo del sistema nervioso autónomo, la experiencia emocional y el control mental. Una herramienta sencilla y potente que ofrece la posibilidad de manejar nuestro cerebro a voluntad.
Nace así la conveniencia de conocer el hardware, la máquina con la que laborar. Y entender su desarrollo y su formación en sucesivos pasos al servicio de un plan. Los reinos de la Naturaleza encarnados en nosotros. Los reinos mineral, vegetal y animal escondidos en la región infradiafragmática, ofreciendo los cimientos de la emoción, la cognición, la espiritualidad y el amor. Y la experiencia de la integración, alinear y dar sentido a las capacidades humanas. Esas ya ganadas, a la espera de ser usadas al servicio de una nueva Humanidad. Y aquellos nuevos territorios por conquistar, punta de lanza de ese nuevo ser posthumano que pugna en nuestro interior por eclosionar.